



El aislamiento acústico es el proceso de reducir el nivel de ruido percibido en una zona. Su objetivo es minimizar la penetración de sonidos del entorno exterior en el espacio interior o limitar la propagación de sonidos dentro del edificio. Existen varios métodos de insonorización, algunos de los cuales consisten en aislar paredes, suelos, techos, puertas y ventanas, mediante la instalación de materiales absorbentes del sonido, como paneles acústicos, o directamente materiales que bloquean el sonido, como el vinilo MLV cargado en masa.
Al insonorizar puertas y ventanas insonorizadas, lo mejor es empezar por las juntas, para reducir al mínimo el espacio entre el marco y la puerta o ventana. Esto ayuda a reducir en gran medida el paso del sonido a través de estas aberturas. También puede aumentar el efecto insonorizante instalando ventanas de doble acristalamiento o puertas insonorizadas.
La insonorización no consiste sólo en reducir los niveles de ruido, sino también en mejorar el confort general del espacio. Un entorno más silencioso puede afectar positivamente a la productividad, la concentración y la calidad del sueño. En los edificios residenciales, la insonorización puede aportar mayor intimidad y un entorno doméstico más tranquilo.
Este proceso no es sólo para el interior de las viviendas, sino que también se utiliza en espacios comerciales como oficinas, restaurantes u hoteles, donde es importante proporcionar un entorno agradable a clientes y empleados.
Hoy en día, es importante centrarse en la insonorización debido al aumento del tráfico urbano y la propagación del ruido. Intentar crear un entorno más silencioso se está convirtiendo en una prioridad para muchas personas y organizaciones.
La insonorización de puertas y ventanas insonorizadas es uno de los pasos clave para conseguir un entorno más silencioso y confortable. Tanto en el hogar como en el trabajo